lunes, 7 de abril de 2008


La fábrica de chocolate del señor Willy Wonka lleva años con las puertas cerradas después de los problemas de espionaje que tuvo con sus obreros. Sorprendentemente la fábrica sigue funcionando, aunque nadie entra -ni sale-. Lo único que sale del recinto son las golosinas, golosinas espectaculares como caramelos a los que les cambia el sabor cada 10 segundos, chicles a los que no se les agota el sabor o lápices de caramelo o... Hasta que un día, el señor Wonka decide abrir las puertas de la fábrica a 5 niños, los cinco niños que encuentren un billete dorado dentro de alguno de sus chocolates.Charlie es un niño tan pobre que sólo come repollo, y vive con sus cuatro abuelos y sus padres en una casa tan pequeña que ni siquiera tienen camas para todos. Sin embargo -no contaré cómo- tiene la suerte de entrar en la fábrica...

No hay comentarios: